Nueva York, NY - ¿Surtirá efecto el Mes de la Herencia Hispana – del 15 de septiembre al 15 de octubre – para nuestra nación?  ¿Podrá inspirar la introspección necesaria en cuanto a la posición de los hispanos en el país ahora y en el futuro?  ¿Será más impactante que las conferencias y discursos de costumbre – aunque virtuales – y anuncios corporativos y proclamas gubernamentales?  ¿Qué significado tendrá para todos los norteamericanos?

Es útil tomar en cuenta estas realidades:

·         Con más de 62 millones de almas, los hispanos son casi el 19 por ciento de la población.

·         Si fueran una nación, su Producto Nacional Bruto (GNP) sería el octavo más grande del mundo.

·         Con 13,2 millones de votantes calificados, serán el segundo bloque electoral en las elecciones.

·         Covid-19 ha revelado la vulnerabilidad desproporcionada de los hispanos.

·         Los hispanos son los médicos, profesionales médico-sanitarios y empleados esenciales de primera fila en la lucha pandémica.

·         La tasa de desempleo hispana es desmesuradamente alta.

·         Los hispanos son el grupo más segregado en nuestras escuelas públicas. 

Estas y otras realidades no obstante, muchos en nuestra nación consideran a los hispanos como “otros”, como si hubieran llegado ayer.  Muchos ciudadanos se molestan al oír hablar el español al ver comunicaciones gubernamentales y comerciales en español.  Comprender la herencia, por lo tanto, asume gran importancia – para todos.

Es útil comprender que el español fue el primer idioma europeo hablado en América, que unas 53 millones de personas lo hablan, y que es el segundo idioma más usado en el internet.  Se ridiculizan a los hispanohablantes, al mismo tiempo que alrededor del mundo se burlan de los norteamericanos por ser monolingües.

Durante nuestra revolución, El General Bernardo de Gálvez, comandante de las fuerzas españolas en Luisiana, venció a los ingleses en la boca del Río Misisipí.  Sus victorias impidieron el envío de armas y suministros a las tropas inglesas en el valle del Río Ohio, de esta manera ayudando a asegurar la victoria de los americanos.  La ciudad de Galveston, Tejas fue nombrado por él. 

Otros Factores Sobresalientes

En el año 2060, los hispanos serán unos 120 millones – o sea, el 29 por ciento del total – y hay que reflexionar sobre su papel en nuestra sociedad.  Casi uno de cada tres norteamericanos será hispano. 

Habrá crecientes números de miembros del Congreso, de gobernadores, alcaldes, jueces y otros funcionarios.  Más hispanos dirigirán las grandes sociedades privadas y ayudarán a crecer la economía.  Otros usarán sus sensibilidades culturales en tratar eficazmente con otras naciones, sea en el comercio, la diplomacia o en organizaciones multilaterales.   

Es posible que un hispano sea elegido presidente (dos se postularon para las nominaciones de los partidos Demócrata y Republicano en 2019). 

Actualmente, alrededor del 80 por ciento de las compañías Fortune 500 no tiene un hispano en su junta directiva y que tan solo 10 tienen un presidente director (CEO) hispano.  Hay que preguntar si las grandes corporaciones mejorarán sus números de poblaciones diversas, si llegarán a reflejar toda la sociedad, las personas a las cuales muchas venden sus productos y servicios. 

Y es importante mejorar las oportunidades educativas en todos los niveles para los hispanos.  Será una inversión sólida en el futuro del país como la inversión en la educación en cualquier parte.  

El progreso acelerado que los hispanos han registrado en el rendimiento educativo merece reflexión, incluyendo la baja en las tasas de deserción escolar y el incremento en las matrículas universitarias.  Y el hecho de que la mayoría de los estudiantes en tres universidades estatales en California es hispana.  ¿Será el precursor de una tendencia en otros estados?

Nos preguntamos si el movimiento de justicia racial inspirado por el asesinato de George Floyd se extenderá a los hispanos en los años venideros.  ¿Serán necesarias más tragedias?

¿Y qué erá el destino de los inmigrantes llamados “dreamers”, o “soñadores”?  Son unos 800.000 y el único país que conocen es Estados Unidos.  Aportan a diario a nuestra sociedad. 

Herencia y Futuro

Los hispanos sumaban quizás unos ocho millones en 1968 cuando el presidente Lyndon Johnson firmó un proyecto de ley que estableció la Semana de la Herencia Hispánica (en 1988, el presidente Reagan firmo otra ley que extendió el período a un mes).  En los sesentas, los textos de historia prestaban poca atención a las contribuciones hispanas, los medios de comunicaciones pasaron por alto lo que pasaba en América Hispana, y el movimiento hispano de los derechos civiles apenas empezaba a coger impulso.  En la época y en las décadas desde entonces, ha sido productivo reflexionar sobre la herencia e informar y educar. 

Es útil recordar que el héroe de la Guerra Civil, el Almirante David Farragut (originalmente Ferragut) fue hispano, y que su padre peleó en la Guerra de Independencia.  Recordemos que la primera persona decorada con la Medalla de Honor fue el Cabo Joseph H. De Castro por sus acciones en Gettysburg, PA el 3 de julio de 1863.  Unos 1,2 millones de hispanos son miembros de las fuerzas armadas. 

Recordemos, sí, el pasado.  Pero con el trasfondo presentado por la reflexión sobre la herencia, el mes ha de ser también sobre el futuro y el papel prometedor de los hispanoamericanos.